domingo, 24 de febrero de 2008

Capitulo 32. La Varita Anciana

El mundo había terminado entonces ¿por qué la batalla no cesaba, el castillo había caído en un silencio de horror, y cada combatiente tenia los brazos caídos?
La mente de Harry estaba fuera de control, imposibilitada de entender, Fred Weasley no podía estar muerto, la evidencia de sus sentidos le debía estar mintiendo. Y entonces, un cuerpo pasa flotando el agujero hacia el lado de la escuela, y volaron maldiciones hacia ellos desde la oscuridad, pegando en el muro al lado de sus cabezas.
-¡Abajo! – grito Harry, mientras más maldiciones cruzaban la noche. El y Ron habían tomado a Hermione y la empujaban hacia el piso, pero Percy yacía al lado del cuerpo de Fred, protegiéndolo de mas daño; y cuando Harry grito: - Percy, vamos, tenemos que movernos- él negó con la cabeza.- ¡Percy!- Harry vio lagrimas en la cara de Ron, mientras que tomaba de los hombros a su hermano mayor y lo empujaba. Pero Percy se negaba- Percy, no puedes hacer nada por él. Vamos a. -
Hermione grito y Harry se dio vuelta, no necesitaba preguntar por qué. Una araña monstruosa del tamaño de un auto pequeño trataba de escalar y pasar el agujero de la pared, uno de los descendientes de Aragor se había unido a la batalla.
Ron y Harry gritaron a la vez, sus hechizos colisionaron y el monstruo voló hacia atrás, sus piernas se movían horriblemente y desapareció en la oscuridad.
-¡Traje amigos!- Harry llamo a los otros mirando hacia la esquina del castillo, a través del agujero en la pared, las maldiciones habían parado. Mas arañas gigantes trepaban la pared del edificio, liberadas del Bosque Prohibido en el cual los mortifagos habían penetrado. Harry lanzo hechizos aturdidores hacia ellos, dándole al monstruo líder que cayo sobres sus amigos, haciendo que rodaran hacia abajo del edificio, fuera de vista.
Entonces mas maldiciones llegaron por arriba de la cabeza de Harry, tan cerca que sintió la fuerza de éstas volarle el pelo.
-Movámonos, ¡ya! –
Empujando a Hermione delante de él con Ron, Harry se detuvo para mirar al cuerpo de Fred que estaba debajo de la arcada. Percy, dándose cuenta de lo que Harry intentaba hacer dejo de estar pegado al cuerpo y le ayudo, juntos inclinándose para evitar maldiciones que volaban hacia ellos desde los jardines, sacaron a Fred del camino.
-Aquí- dijo Harry y colocaron el cuerpo en un nicho, donde antes había una armadura. No podía
Soportar mirar a Fred otro segundo mas que el necesario y después de asegurarse de que el cuerpo estaba bien escondido, partió detrás de Ron y Hermione.
Malfoy y Goyle habian desaparecido, pero al final del corredor, que estaba ahora lleno de pedazos de muro caídos, vidrios que antes eran ventana, vio a mucha gente corriendo hacia adelante y hacia atrás; si eran amigos o enemigos Harry no pudo distinguir. Dando vuelta a la esquina Percy grito: - ¡Rockwood!- y corrió en dirección de un hombre alto que seguía a unos estudiantes.
-Harry, ¡ aquí!- grito Hermione.
Ella tiraba de Ron hacia atrás de un tapiz que colgaba de la pared. Parecían estar forcejeando y por un segundo Harry pensó que estaban abrazándose otra vez. Entonces vio que Hermione trataba de detener a Ron, de que corriera tras Percy.
-¡ Escúchame! ¡ Escucha Ron! –
-Quiero ayudar......quiero matar mortifagos- Su cara estaba transfigurada manchada de polvo y de humo, temblaba de rabia y dolor.
-Ron, somos los únicos que podemos detener esto, por favor Ron, necesitamos la serpiente, debemos matar a la serpiente- dijo Hermione
Pero Harry, sabia como se sentía Ron persiguiendo otro horcrux no tendría la satisfacción de vengarse, el también deseaba pelear, castigar a aquellos que mataron a Fred y quería encontrar a los otros Weasleys y asegurarse sobre todo, asegurarse de que Ginny no estaba ...pero no podía permitirse esa idea en la cabeza.
-¡Vamos a luchar!-dijo Hermione- ¡vamos a encontrar la serpiente! Pero no perdamos de vista lo que se supone que debemos hacer, somos los únicos que podemos terminar con esto.-
Ella estaba llorando también, secó sus lagrimas y tomo aire para calmarse. Mientras aun sostenía fuertemente a Ron, se volvió hacia Harry.
-Necesitas averiguar donde esta Voldemort, porque tendrá a ala serpiente con él, ¿no?. Hazlo Harry, mira dentro de él.-
¿Por qué fue tan fácil? ¿Porque su cicatriz hacia horas que quemaba, queriendo mostrar lo que Voldemort pensaba? Cerro sus ojos y a su orden de pronto los gritos y estallidos y todos los sonidos discordantes de la batalla se fueron haciendo distantes, como si él estuviera lejos de ellos...
Estaba parado en el medio de un cuarto desolado pero extrañamente familiar, con papel tapiz cayendo de las paredes y las ventanas cubiertas excepto una. Los sonidos del asalto al castillo eran distantes, la única ventana sin tapar dejaba ver distantes rayos de luz donde estaba el castillo, dentro del cuarto en cambio todo estaba oscuro excepto por una única lámpara de aceite,
Movía la varita entre sus dedos, mirándola, sus pensamientos en el cuarto del castillo, el cuarto que solo él había encontrado, el cuarto como la cámara, para el que debe ser inteligente e inquisitivo para descubrirlo...
Confiaba en que el chico no hubiera encontrado la diadema...aunque la mascota de Dumbledore había llegado mas lejos de lo que él había esperado ...mucho mas lejos...
-Mi señor- dijo una voz desesperada y cascada. Se volteó, allí estaba Lucius Malfoy sentado en la esquina más oscura, todavía luciendo las marcas del castigo que recibiera después del ultimo escape del chico. Uno de sus ojos se mantenía cerrado, hinchado.- Mi señor... por favor.....mi hijo...-
-Si tu hijo esta muerto, Lucius, no es mi culpa. No vino a unirse a li, como los otros Slytherins. ¿Quizás tu hijo decidió hacerse amigo de Harry Potter?-
-No, nunca- susurro Malfoy
-Debes desear que no-
-¿Teme ...Mi señor....que Potter muera por otra mano que no sea la suya?- pregunto Malfoy con voz temblorosa- ¿No seria...perdóneme.....más prudente dar por terminada esta batalla, entrar al castillo y buscarlo usted mismo?-
-No finjas, Lucius. Quieres que la batalla termine para saber que le ha pasado a tu hijo. Yo no necesito buscar a Potter, antes de que la noche termine, Potter vendrá a buscarme-
Voldemort dirigió otra vez su mirada a la varita en sus dedos. Le molestaba... y las cosas que molestaban a Lord Voldemort necesitaban ser arregladas...
-Ve, y busca a Snape-
-¿Snape?, ...mi señor..-
-Snape. Ahora lo necesito tengo un... servicio ... que requiere de él. Ve...-
Asustado tambaleándose a través de la luz, Lucius dejo el cuarto. Voldemort continuo parado allí, moviendo la varita entre sus dedos y mirándola.
-Es la única forma, Nagini- susurro y miro a su alrededor, allí estaba la gran serpiente suspendida en el aire, contorneándose graciosamente en el espacio hechizado que había preparado para ella, una esfera transparente, casi como una jaula brillante o un tanque.
Con una exhalación Harry volvió a abrir los ojos en el mismo momento en que sus oídos se llenaban de llantos, golpes y sonidos de batalla.
-Él esta en la Casa de los Gritos. La serpiente está con él, tiene una especie de protección mágica a su alrededor. Mandó a Lucius Malfoy a buscar a Snape.-
-¿Voldemort está en la Casa de los Gritos? – dijo Hermione- ...ni siquiera...ni siquiera está luchando?-
-Él piensa que no necesita luchar- dijo Harry- piensa que voy a ir a él-
-Pero ¿por qué?
-Sabe que estoy buscando los horcruxes, él mantiene a Nagini cerca de él, obviamente voy a tener que ir hasta él para llegar a esa cosa...-
-De acuerdo- dijo Ron, enderezando sus hombros – Así que tu no puedes ir, eso es lo que él quiere, lo que espera. Te quedas aquí y cuidas de Hermione, yo iré y lo traeré ....-
Harry se interpuso ante Ron.
-Ustedes dos quédense aquí, yo iré con la capa de invisibilidad y estaré de vuelta muy rapido.-
-No- dijo Hermione- tiene mucho mas sentido si yo tomo la capa y ...-
-Ni se te ocurra...- dijo Ron- pero antes de pudiera terminar Hermione dijo:- soy tan capaz ....- el tapiz en lo alto de la escalera donde estaban resguardados se abrió.
-¡ Potter! –
Dos dementores enmascarados estaban allí parados, pero antes de que sus varitas estuvieran levantadas ,Hermione gritó - ¡Glisseo!-
Las escaleras bajo sus pies se convirtieron en un tobogán, ella, Harry y Ron bajaron por él sin poder controlar la velocidad, pero tan rápido que los hechizos aturdidores de los hombres pasaban volando sobre sus cabezas. Le tiraron el tapiz que había al final del tobogán y cayeron al piso, pegando contra la pared opuesta.
-¡Duro!- grito Hermione señalando con su varita el tapiz, y sintieron ruidos de golpes contra este que se había convertido en piedra, contra la que los dementores habían chocado.
-¡Vuelve! – grito Ron, y él, Harry y Hermione pasaron a través de una puerta mientras que unos cientos escritorios galopaban pastoreados por la profesora Mc Gonagall. Pareció que ella no los había visto. Su pelo suelto y una marca en su mejilla. Cuando doblo la esquina, sintieron su grito.
-¡A la carga!-
-Harry, tu ponte la capa- dijo Hermione- no te preocupes de nosotros-
Pero él extendió sobre los tres, altos como eran dudaba que alguien viera sus pies a través del humo y el polvo que inundaban el aire, los pedazos de piedras que caían y el reflejo de los hechizos.
Corrieron hacia la siguiente escalera y se encontraron en un corredor lleno de gente batiéndose a duelo. Los retratos de cada lado de los combatientes estaban llenos de figuras que gritaban advertencias y dando ánimos, mientras mortifagos enmascarados y sin mascaras, se batían a duelo con estudiantes y profesores. Dean había ganado una varita y estaba cara a cara con Dolohov. Parvati con Travers, Ron y Hermione levantaron a la vez sus varitas, preparados para atacar, pero los hombres estaban moviéndose tanto que parecía que se lastimarían a sí mismos si lanzaban maldiciones. Aun mientras estaban allí, buscando la oportunidad de actuar, sobrevino un fuerte:
-¡ Wheeeeee!...- y mirando hacia arriba Harry vio a Peeves zumbando arriba de ellos tirando bombas de Snargalutt a los mortifagos, cuyas cabezas de repente se convirtieron en grandes chimeneas verdes que se movían como gusanos.
-¡ Hay alguien invisible aquí!- grito un enmascarado mortifago señalándolos.
Dean hizo lo que pudo para desviar la atención del mortifago, derribándolo con un hechizo aturdidor, Dolohov trato de encontrarlos pero Parvati le lanzo una maldición.
-¡Vamos!- grito Harry, y él , Ron y Hermione se reunieron bajo la capa apretados con las cabezas gachas, a través de la niebla los luchadores resbalándose un poco en los charcos de jugo de Snargalutt, hacia la escalera de mármol del hall de entrada.
-Soy Draco Malfoy. ¡ Soy Draco! Estoy de su lado- Draco estaba en el piso superior con otro mortifago, Harry aturdió a este mientras pasaban. Malfoy miro a su alrededor, implorando, a su salvado y Ron le pego un puñetazo desde debajo de la capa. Malfoy cayo encima del mortifago, su boca sangraba.
-Y esta es la segunda vez que te salvamos la vida esta noche, ¡bastado de dos caras!- grito Ron. Había dos personas mas batiéndose a duelo en las escaleras y en el hall los mortifagos estaban donde quiera que Harry mirara, Yaxley cerca de la puerta principal, en combate con Flitwick, un mortifago enmascarado se batía a duelo con Kingsley justo a su lado. Estudiantes corrían en cualquier dirección, algunos llevando amigos heridos. Harry dirigió un hechizo aturdidor a la mascara del mortifago , fallo pero casi le pega a Neville quien había salido de algún lugar entres los brazos de la Tentaculla Venenosa, que se enredo alegremente en el mortifago más cercano y comenzó a arrollarlo.
Harry, Ron y Hermione rápidamente llegaron a la escalera de mármol, vidrios caídos por el piso y el reloj de Slytherin que marcaba los puntos de la casa había derramado esmeraldas por doquier, por lo que la gente resbalaba mientras que corrían. Dos cuerpos cayeron de una balcón sobre sus cabezas mientras que llegaba al jardín una mancha gris con patas, que Harry pensó era un animal de cuatro patas, cruzo el hall de entrada para clavar sus colmillos en uno de los caídos.
-¡No!- tembló Hermione y con un rayo de su varita, Fenrir Greyback fue lanzado hacia atrás del cuerpo tembloroso de Lavender Brown. Pego contra la baranda de la escalera de mármol y trato de ponerse en pie. Entonces con una luz brillante y blanca y un fuerte crack, una bola de cristal cayo sobre sus cabezas, dejándolo caído en el suelo inmóvil.
-¡ Tengo mas! – grito la profesora Trelawney desde la baranda- Mas para quien quiera. Aquí. - y con un movimiento casi tenistico, una enorme esfera de cristal salió de su bolso, movió su varita en el aire y la bola tomo velocidad atravesando el hall y destrozándose contra una ventana. En ese mismo momento, las pesadas puertas de madera del frente, se abrieron y más arañas gigantes forzaron la entrada del hall.
Gritos de terror llenaron el aire, los luchadores se movieron rápidamente tanto mortifagos como los de Howarts, y rayos verdes y rojos volaron en el aire hacia los monstruos que se encogieron y se volvieron aun as terroríficamente.
¿-¿ Cómo salimos ahora?- grito Ron por arriba de los gritos, pero antes de que Harry o Hermione pudieran contestar fueron hechos a un lado, Hagrid había bajado como un trueno las escaleras moviendo su paraguas rosa floreado.- No los lastimen, no los lastimen- grito Hagrid -¡No! –
Harry olvido todo lo demás, salió de debajo de la capa corriendo tratando de evitar las maldiciones que iluminaban todo el hall.
-¡Hagrid, vuelve!-
Pero ni siquiera había llegado a la mitad del camino hacia Hagrid, cuando vio lo que sucedió Hagrid desapareció debajo de las arañas, y con un gran movimiento estas se retiraron bajo una serie de hechizos. Hagrid quedo dentro de la niebla.
-¡Hagrid!- Harry escucho que alguien amigo o enemigo llamaba, pero no le importó. Estaba bajando los escalones del frente hacia los jardines oscuros y las arañas estaban yendo como un rebaño y no pudo ver a Hagrid .
-¡ Hagrid!-
Pensó que podría sacar un enorme brazo y moverlo entre la neblina y las arañas, pero mientras que los perseguía, su paso fue impedido por un pie monumental, que se movió la oscuridad e hizo el piso donde Harry estuvo parado, temblar. Miro hacia arriba y un gigante estaba delante de él, veinte pies de alto, su cabeza dentro de las sombras, nada salvo sus piernas como árboles eran iluminadas con luz desde las puertas del castillo. Con un brutal y fluido movimiento, lanzo un puñetazo a través de una ventana superior, el vidrio cayo hacia abajo sobre Harry, forzándolo a volver hacia debajo de la puerta de entrada.
-¡OH, mi... !-tembló Hermione mientras que ella y Ron alcanzaban a Harry y mirando al gigante que ahora trataba de tomar gente a través de la ventana.
-¡ No!- grito Ron tomando la mano de Hermione cuando ella levanta su varita, - Si lo aturdes caerá y tirara abajo medio castillo-
-¿Hagger?-
Grawp llego bordeando la esquina del castillo recién allí, Harry se dio cuenta que Grawp era un gigante pequeño. El monstruoso gigante que trataba de aplastar la gente en los pisos superiores, se dio vuelta y gruño. Los escalones de piedra temblaron mientras que el gigante se dirigía hacia su pequeño igual, la boca de Grawp se abrió, mostrando dientes amarillos del tamaño de ladrillos que chocaron con el salvajismo de los leones.
-¡Corran! – grito Harry, la noche estaba llena de gritos y golpes, mientras que los gigantes forcejeaban, tomo la mano de Hermione y bajó los escalones hacia los jardines, Ron cubría la retaguardia. Harry no tenia la esperanza de encontrar y salvar a Hagrid, corrió tan rápido que estaban a medio camino hacia el bosque antes de que sucediera algo repentino. El aire a su alrededor se había congelado el aliento de Harry se había solidificado e su pecho. Sombras se movían en la oscuridad, figuras oscuras se movían en una gran ola hacia el castillo, sus caras tapadas y con la respiración acentuada. Harry, Ron y Hermione se acercaron mientras que el sonido de lucha repentinamente terminó, con un silencio que solo los dementores pueden hacer caer en la noche, Fred se había ido y Hagrid seguramente estaba muriendo o ya estaba muerto...
-Vamos Harry- dijo Hermione con una voz muy, muy lejana- Patronus, Harry, vamos-
Él levantó su varita pero un sentimiento de tristeza los atontaba, ¿ cuantos más tenían que caer muertos que él todavía no sabía? Sintió como si su alma hubiera dejado ya su cuerpo....
-Harry, vamos- grito Hermione-
Cientos de dementores avanzaban hacia ellos, acortando la distancia cada vez mas cerca de Harry, que estaba desalentado, como una promesa de festín. Vio el fox terrier de Ron en el aire correr febrilmente y luego desaparecer, vio el hurón de Hermione desaparecer en el aire, la varita le temblaba en la mano y caso agradecía la sensación de la nada, el no sentir nada...y entonces un rayo plateado, y un zorro pasaron rápidamente las cabezas de Harry, Ron y Hermione. Los dementores retrocedieron, tres personas mas llegaron desde la oscuridad y se pararon a su lado, con sus varitas firmemente empuñadas, conjurando patronus, Luna, Ernie y Seamus.
-Eso es- dijo Luna con coraje, como si estuviera en el cuarto de los requerimientos y fuera una simple practica para el DA – Eso es, Harry...vamos piensa en algo feliz...-
-¿Algo feliz? – dijo Harry con voz cascada
-Estamos aquí todavía – susurró ella- todavía luchamos..vamos....ahora...-
Hubo un chispazo plateado y una luz y entonces con el mayor esfuerzo jamás empleado, la forma salió de su varita, salto hacia adelante y los dementores se fueron en retirada, la noche era tranquila otra vez, pero el sonido de la batalla sonó fuerte en sus oídos.
-No sé como agradecerles- dijo Ron temblando,y girando hacia Luna, Ernie y Seamus- me acaban de salvar...-
Con un gruñido y un temblor de tierra otro gigante salió de la oscuridad en dirección al bosque, era mas alto que ninguno.
-¡Corran!- grito Harry otra vez, pero a los otros no había necesidad de que se les dijera, corrieron y un segundo después, el pie de la criatura cayo exactamente donde ellos habían estado. Harry miró a su alrededor, Ron y Hermione lo seguían pero los otros tres habían desaparecido en la batalla.
-¡ Salgamos de su alcance! –grito Ron, mientras que el gigante movía su garrote, a su vez en el jardín rayos rojos y verdes continuaban iluminando la oscuridad.
-¡Al árbol boxeador!- dijo Harry - ¡Vamos!- de alguna manera levanto un muro en su mente, en un espacio en el cual no podía mirar ahora, pensamientos de Fred y Hagrid, y el terror por la gente que amaba, dentro y fuera del castillo, todo debía esperar, porque ahora tenían que correr; Tenían que alcanzar la serpiente y a Voldemort porque, como dijo Hermione era la única manera de terminar con todo.
Corrió ignorando los rayos de luz que volaban a su alredededor en la oscuridad, y el sonido del lago que rompía como un mar, y el crujir del bosque prohibido en la noche ventosa, a través de los jardines que parecían haberse levantado en rebelión, corrió lo más rápido que había hecho en su vida, y fue él el primero en llegar al árbol; el que había protegido el secreto como a sus raíces con puñetazos y golpes.
Respirando agitadamente, Harry se deslizó hacia abajo buscando en la oscuridad el tronco tratando de ver el nudo del viejo árbol, que lo paralizaba.Ron y Hermione llegaron. Hermione llegó tan sin aliento que no podía hablar.
-Como... ¿cómo vamos a entrar?- dijo Ron – puedo ver el lugar... si tan solo tuviera Crookshanks otra vez...-
-¿Crookshanks? – dijo Hermione doblándose y tomándose el pecho- ¿eres un mago o que?
-Oh si,claro-
Ron miró a su alrededor y entonces dirigió su varita a un palo en el suelo y dijo_ Winguardiam Leviosa- el palo se elevo, cruzo el aire como llevado por una ráfaga de viento y dio directamente en el nudo del tronco cerca de las raíces y el árbol se quedo quieto.
-Perfecto- dijo Hermione
-Espera- por un segundo, mientras que los ruidos de la batalla llenaban el aire, Harry dudo. Voldemort quería que el hiciera esto, que él fuera...¿estaba llevando a Ron y Hermione a una trampa?. Pero la realidad cruel y dolorosa, a única forma era matar a la serpiente y ella estaba al final de ese túnel.
-¿Harry? Aquí venimos, entra! – dijo Ron empujándolo hacia delante.
Harry gateó por el pasaje de tierra escondido entre las raíces. Era mucho mas apretado de lo que había sido la ultima vez que había entrado al túnel. El túnel era de techo bajo, tenían que doblarse hace unos años para avanzar, ahora tenían que gatear. Harry fue primero, su varita lo iluminaba, expectante por el momento de encontrar obstáculos, pero ninguno llegó. Se movían en silencio, la mirada de Harry fija sobre la luz de la varita. Al final el túnel comenzaba a subir y Harry vio una luz plateadla frente.
- ¡La capa!- susurro Hermione- ponte la capa!
Harry buscó detrás suyo y Hermione le ayudó con su mano libre con dificultad y murmuro: - ¡Nox!- y la luz de su varita se extinguio, continuo avanzando son las manos y rodillas, lo mas silenciosamente posible con todos sus sentidos alertas, esperando a cada segundo ser descubierto, escuchar voz fria, ver una luz verde.
Entonces escuchó voces que venían del cuarto directamente arriba de ellos, solo sofocadas por el hecho de que al final del túnel había sido bloqueado con lo que parecía un viejo contenendor.
Harry trataba de respirar, subió hasta la abertura y espió a través de una pequeña hendija entre el contenedor y el muro. El cuarto adelante estaba pobremente iluminado pero pudo ver a Nagini , contorneándose y moviéndose como una serpiente de agua, a salvo en su esfera encantada, que flotaba sin soporte en el aire. Podía ver el final de la mesa y una mano de dedos blancos jugando con su varita.
Entonces Snape habló, y el corazón de Harry se comprimió, Snape estaba a centímetros de donde él estaba escondido.
-Mi señor, su resistencia esta cediendo- dijo Snape
-Y lo esta haciendo sin tu ayuda- dijo Voldemort en voz alta y clara- Eres un mago talentoso Severus, no creó que haya mucha diferencia ahora estamos casi allí... casi...-
-Déjeme encontrar al chico, déjeme traerle a Potter , sé que lo puedo encontrar , Señor. Por favor- Snape con grandes zancadas pasó cerca de la abertura y Harry retrocedió un poco, manteniendo sus ojos fijos en Nagini, considerando si habría algún hechizo que pudiera penetrar la protección a su alrededor, pero no le ocurría nada, Un intento fallido y daría a conocer su ubicación.
Voldemort se paró. Harry lo veía ahora sus ojos rojos, la cara de serpiente, su palidez brillaba en la semi oscuridad.
-Tengo un problema, Severus- dijo Voldemort suavemente.
-¿Señor?- dijo Snape
Voldemort levanto la varita anciana tomándola con delicadeza, con la precisión de un director
- ¿Porque no funciona para mí, Severus? –
En el silencio , Harry imagino que podía escuchar el sesear de la serpiente mientras se arrollaba y se desenrollaba,¿ o era la silibante voz de Voldemort en el aire?
-Mi....mi señor..- dijo Snape- no entiendo, usted ....usted ha realizado magia extraordinaria con esa varita-
-No- dijo Voldemort – hice mi magia acostumbrada , yo soy extraordinario, pero esta varita...no ha revelado las maravillas que prometía. No siento diferencia entre esta varita y la que obtuve de Ollivander todos estos años.-
El tono de Voldemort era tranquilo , pera la cicatriz de Harry comenzó a arder, el dolor crecía en su frente, y sentía un deseo incontrolable de furia dentro de Voldemort.
-No hay diferencia- dijo de nuevo Voldemort.
Snape no habló, Harry podía ver su cara ,¿ sentiría Snape el peligro y estaba buscando as palabras correctas para tranquilizar a su maestro?. Voldemort comenzó a pasearse en el cuarto, Harry lo perdió de vista unos segundos continuaba hablando con voz mesurada , mientras que el dolor y la furia crecían en Harry.
-He pensado mucho, Severus...¿sabes porque te he llamado desde la batalla?-
Y por un momento Harry vio el perfil de Snape, sus ojos fijos en la jaula encantada de la serpiente,.
-No mi señor, pero le ruego que me deje regresar , déjeme encontrar a Potter-
-Suenas como Lucius , ninguno de ustedes entiende a Potter como yo. No necesito que lo encuentres, Potter vendrá a mí, lo conozco. Conozco sus debilidades ¿sabes?, su gran falla. Odiará ver a los otros caer a su alrededor sabiendo que es por él que sucede, querrá detenerlo a toda costa. Él vendrá...-
-Pero mi señor, quizás sea asesinado accidentalmente por otro que no es usted-
-Mis instrucciones a los mortifagos fueron muy claras , capturar a Potter , matar a sus amigos, cuantos más mejor, pero no matarlo a él. Pero es de ti que quiero hablar , Severus, no de Harry Potter. Ha sido invaluable para mí, invaluable. –
-Mi señor conoce que solo quiero servirlo, pero... déjeme ir y encontrar al chico, mi señor. Déjeme traérselo sé que puedo....-
- ¡Te dije que no!- dijo Voldemort, y Harry vio sus ojos rojos cuando volteó, y el rumor de su capa era como el de una serpiente arrastrándose y sintió la impaciencia de él quemándole la cicatriz-
-Mi preocupación en el momento, Severus, es que sucederá cuando finalmente encuentre al chico-
- Mi señor, no puede haber preguntas, seguramente.....-
-Pero hay un problema , Severus, lo hay.-
Voldemort se detuvo y Harry pudo verlo otra vez mientras sostenía la varita anciana en sus dedos blancos hacia Snape.
-¿Porque las dos varitas que use contra Potter fallaron?-
-No ...no puedo contestar a eso...mi señor...-
- ¿No puedes?-
La rabia crecía en la cabeza de Harry, le dolia tanto la frente que se forzo a ponerse el puño en la boca para no gritar, para no llorar de dolor. Cerró sus ojos y de repente él era Lord Voldemort , mirando la pálida cara de Snape.
-Mi varita hizo todo lo que le pedí, Severus, excepto matar a Potter . Dos veces ha fallado, Ollivander me dijo bao tortura del corazón gemelo, me dijo que tomara otra varita y lo hice, tomé la varita de Lucius pero no le hizo nada a Potter.-
-..No tengo explicación...mi señor....-
Snape no miraba a Voldemort , ahora. Sus ojos oscuros estaban fijos en la serpiente, su esfera protectora.
-Conseguí una tercera varita, Severus, la varita anciana, la varita del destino , de la muerte, la tomé de su anterior dueño, la tomé de la tumba de Albus Dumbledore-
Ahora Snape miró a Voldemort , su cara era como una mascara de muerte , de mármol blanco, y tan dura que cuando hablo fue sorprendente ver que alguien vivía detrás de sus ojos vacíos.
-Mi señor, déjeme ir por el chico-
-Toda esta noche cuando estoy a un paso de la victoria , estoy sentado aquí- dijo Voldemort, con voz un poco mas fuerte que un susurro- Pensando , pensando porque la varita anciana se rehúsa a lo que la leyenda dice para su dueño...y creo que tengo la respuesta.-
Snape no habló.
-¿Quizás ya lo sabes? Tú eres inteligente después de todo, Severus, has sido un bueno y fiel sirviente y lamento lo que tiene que suceder-
-Mi señor...-
-La varita anciana no me sirve correctamente porque no soy su amo verdadero , la varita anciana pertenece al mago que mató a su ultimo dueño. Tu mataste a Albus Dumbledore , mientras vivas, Severus, la varita anciana no será verdaderamente mía-
-Mi señor- protestó Snape, levantando su varita.
-No puede ser de otra forma – dijo Voldemort – tengo que tener la varita , Severus. Dominar la varita y dominar a Potter finalmente-
Voldemort surcó el aire con la varita, no le hizo nada a Snape que por un segundo pensó que había sido perdonado, pero entonces la intención de Voldemort se hizo clara. La jaula de la serpiente rodaba por el aire y antes de que Snape pudiera hacer algo mas, lo había atrapado en la cabeza y los hombros, y en lengua parsel Voldemort dijo.- Mata-
Hubo un grito terrible, Harry vio la cara de Snape perder el poco color que le quedaba , emblanquecida y sus ojos negros muy abiertos , mientras los colmillos de la serpiente mordían su cuello trataba de empujar la jaula lejos de sí. Sus rodilla cedieron y cayo al piso.
-Lo lamento- dijo Voldemort finalmente.
Se dio vuelta , no había tristeza en él , ni remordimiento. Era momento de abandonar su escondite y tomar a cargo la batalla. Con la varita que haría ahora su cometido, apuntó a la jaula que mantenía la serpiente y ésta dejó el cuerpo de Snape que estaba en el piso. La sangre salía de las heridas de su cuello, Voldemort salió del cuarto sin mirar atrás, y la gran serpiente flotó otra vez en el aire en su esfera protectora.
Otra vez en el túnel en su propia mente , Harry abrió los ojos, le salía sangre de los nudillos, del esfuerzo por no gritar.
Miraba a través de la abertura entre la pared y el contenedor, viendo un pie temblar en una bota negra en el suelo.
-¡ Harry!- dijo Hermione detrás de él, pero él ya había apuntado con su varita el contenedor que bloqueaba su vista. Subió unos centímetros en el aire y se movió silenciosamente, tan silenciosamente como pudo Harry entró al cuarto.
No sabia porque lo hacia pero se acercó al moribundo , no sabia que sentir cuando vio la cara blanca de Snape , y con los dedos trató de detener la sangre.
Harry sacó la capa de invisibilidad y miró al hombre que odió, mientras con sus ojos negros muy abiertos Snape trató de hablar.
Harry se acercó mas a él y Snape lo tomó de la túnica y lo atrajo hacia él.Un terrible gruñido salió de su garganta.
-Tómalo...tómalo....-
Algo mas que sangre salía del cuerpo de Snape, olor plata y azul , ya sea gas o liquido salió de sus orejas, de su boca y de sus ojos. Harry sabia lo que era, pero no sabia que hacer.
Un cuenco apareció en el aire y cayo en su temblorosa mano, conjurado por Hermione. Harry llenó éste con la sustancia ayudándose con la varita. Cuando estuvo lleno, y Snape parecía no tener mas sangre susurró:
-Mírame...-
Los ojos verdes encontraron los negros , pero después de un segundo algo en las profundidades d la oscuridad pareció desvanecerse dejándolos fijos, blancos y vacíos. La mano que sostenía a Harry cayo al piso y Snape no se movió más.